En la ciudad de Hesperia, California, una tía abuela observó impotente cómo una ráfaga de viento se llevaba un cochecito de bebé hacia una calle muy transitada.
Fue entonces cuando un buen samaritano que merodeaba en los alrededores de un lavadero de coches, llamado Ron Nessman, reaccionó rápidamente para evitar el desastre, mientras una cámara de vigilancia del lavadero de autos conseguía capturar su heroísmo.`
El límite de velocidad en Bear Valley Roadm en Hesperia es de 65 kms por hora, pero con tres carriles en cada dirección, no es apto para peatones.
De hecho, al tratar de atrapar el cochecito, cayó con fuerza sobre el asfalto. Aunque es una persona sin hogar, Nessman tiene sobrinas y sobrinos a quienes ama, y no podía ni imaginar lo que la señora estaba sintiendo.
La novia de Nessman falleció en 2018 y la angustia lo descarriló de su rutina. Se había mudado recientemente a Hesperia para reencontrarse con su familia y justo acababa de terminar una entrevista de trabajo cuando saltó a la acción.
Ron ahora es un héroe para toda la ciudad y, sobre todo, para los familiares del bebé.