lunes. 16.09.2024

El Papa Francisco se ha reunido en su segundo día en la capital de Papúa Nueva Guinea, Port Moresby, con niños pobres y con discapacidad, a los que les ha dicho que cada uno de ellos es un "regalo de Dios" y ha llamado a "mejorar el mundo" estudiando y amando a sus compañeros.

En el encuentro en la sede de la Escuela Secundaria Técnica de Cáritas en Port Moresby, que atiende a unos 1.000 jóvenes, el Papa ha mantenido un diálogo con estos jóvenes entre los que estaba Clemente, un niño discapacidad auditiva que ha preguntado en lenguaje de signos mientras una monja traducía en voz alta por qué algunos niños sufren discapacidades y otros no, y si hay esperanza para los niños discapacitados como él.

"Ninguno de nosotros es como otro, porque todos somos únicos a los ojos de Dios", ha respondido Francisco.

"No es sólo que haya esperanza para todos, sino que yo añadiría que cada uno de nosotros tiene un papel y una misión en el mundo que nadie más puede cumplir --ha afirmado--. Cada persona tiene limitaciones y luchas, y hay cosas que no puede hacer, pero esto no determina nuestra felicidad. Lo que sí hace es elegir amar. Esto es verdad para cada persona incluso para el Papa".

Francisco también les ha instado a mejorar a el mundo aprendiendo a amar a Dios, día a día, con todo su corazón y aprendiendo todo lo que puedan en la escuela para que puedan "crecer, mejorar y refinar" sus habilidades y hacer una contribución positiva a la sociedad. "Ninguno de nosotros es una carga. Todos somos hermosos dones de Dios, un tesoro los unos para los otros", ha subrayado.

También les ha pedido que "mantengan siempre encendida esta luz del amor, que es signo de esperanza" y que la difundan a todos los que encuentren en el mundo, "que a menudo es egoísta y está preocupado por las cosas que no importan".

"Mantengan encendida la luz del amor y, por favor, recen también por mí", ha pedido.

Francisco ha mantenido este encuentro tras un cara a cara con el Gobernador General de Papúa Nueva Guinea y una reunión con las autoridades civiles a primera hora de la mañana.

Los menores han interpretado una danza típica del país ataviados con trajes tradicionales y pertenecen a 'Street Ministry', una oficina pastoral que puso en marcha el cardenal John Ribat, arzobispo de Port Moresby, en 2010.

El Papa se reúne con niños con discapacidad: "Sois un regalo de Dios"