Raúl Frey decide ponerse manos a la obra y crear de forma totalmente artesanal un elevador para su mujer Encarna de A Coruña y su suegra Josefa. Ambas se enfrentaban a 11 temibles escalones su mayor temor a las puertas de su vivienda, algo que suponía un reto diario en su propia casa debido a su incapacidad para moverse.
"Cuando bajaba, bajaba sentada, escalón por escalón, y me daba mucha pena. Me dijo 'tienes que hacer algo'", así comentaba Raúl de cómo empezó todo. Debido a su precaria economía, estos no podían permitirse comprar un elevador a si que él decidió crearlo con sus propias manos y con ayuda de tutoriales de Youtube. Comenzó por buscar "salvaescaleras" y a ver numerosos vídeos para poder recrear algo así desde cero y cuenta que "Me fijé en el más seguro y lo copié".
Raúl que antes era fontanero, sacó sus antiguas mañas de oficio y decidió ayudar a dos personas dependientes de él totalmente. "Tengo que ayudarlas" son las palabras de alguien dispuesto a crear algo desde cero y por sus propios medios y palabras que al final fue un dicho y un hecho nunca mejor dicho.
