Los que dicen que no existe el destino tienen que conocer a Jack Waksal y Sam Ron, víctimas que se conocieron durante el Holocausto y que se reencontraron 79 años después en el sur de Florida.
Tras haber soportado hombro con hombro el trabajo esclavo en el campo de trabajo de Pionki -Polonia-, ambos fueron separados después de que Waksal escapara al bosque y Ron fuera trasladado a otro campo, en el que finalmente fue liberado.
Ninguno de los dos sabía que el otro había sobrevivido, hasta que Waksal asistió a una cena del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos en el sur de Florida y descubrió que su antiguo camarada del campo era el orador invitado. Al ser presentado por su antiguo nombre, Shmuel Rakowski, Waksal se sintió como si estuviera viendo a un hermano fraternal.
"Saltó del asiento y vino corriendo hacia el mío y me dijo que era mi hermano, me emocioné mucho, normalmente no soy un tipo muy emotivo", explicó Ron.
Siendo apenas unos adolescentes en el momento de su encarcelamiento, los dos consiguieron emigrar a Estados Unidos, concretamente a Ohio, donde ambos vivieron durante 40 años sin saber de la existencia del otro antes de trasladarse finalmente al sur de Florida.
"Estábamos empujando carbón al horno para hacer calor, para producir energía, ¡y Jack dijo que trabajaba en el mismo lugar!", dijo Ron sobre su tiempo en el campo.
"Trabajé duro, malas condiciones, frío, hambre, cientos de personas murieron. No era raro despertarse por la mañana y encontrar a la persona de al lado con frío", añade.
A pesar de vivir a 40 millas de distancia, los dos hombres están decididos a mantener el contacto, para recuperar el enorme vacío de años de vida. Ron hace de vez en cuando apariciones en las escuelas para enseñar a los jóvenes sus experiencias.
"Intento enseñarles a no odiar y a tener mucha esperanza, creer en uno mismo; es lo que hice, así es como sobreviví porque creo en mí mismo", dijo Ron.
Se han vengado de Adolf Hitler, viviendo una larga vida de éxito y teniendo hijos, nietos y bisnietos.