La bandera y el escudo ya eran de amarillo y azul, pero sí han querido cambiar su callejero. La Plaza de España es ahora la de Mariúpol.
"El principal objetivo es la conciencia de sensibilización sobre el conflicto de Ucrania", comenta su alcalde, Francisco Martínez. "Y no sólo sobre el conflicto de Ucrania, sino por el conjunto de situaciones bélicas que hay en el mundo actualmente", añade.
Por eso, la calle Kiev hace esquina con la guerra de Etiopía. Un espíritu antibelicista y, sobre todo, de acogida. La campaña de concienciación ha conseguido, en dos días, recaudar 3.000 euros para terminar de equipar un edificio municipal reconvertido en centro de refugiados. Y hay 25 familias que esperan también para recibirlos en casa.
"Tengo una casa grande y los tendría para que estuvieran viviendo en mi casa un tiempo", explica uno de los voluntarios.
De hecho, los acogidos que lleguen no serían los primeros. En la nueva Ucrania ya vive una familia siria que llegó huyendo de la guerra. Es un municipio que también se involucró con Afganistán o Haití.