Se trata de un empeño del Ministerio de Sanidad contra viento y marea: que se inocule una segunda dosis de Pfizer a aquellos menores de 60 años -todos ellos profesionales esenciales- que habían recibido una primera dosis de AstraZeneca. Finalmente, la presión de comunidades como Madrid, Andalucía, Murcia, Castilla y León, Galicia o Cataluña ha provocado que Sanidad dé su brazo a torcer. Los menores de 60 años que no quieran combinar vacunas puedan recibir, con un consentimiento médico informado, la segunda dosis también de AstraZeneca. Es decir, la decisión se ha dejado en manos de los afectados, a quienes se les ha trasladado la responsabilidad de elegir qué vacuna quieren ponerse.
Y la realidad es que, en contra del criterio de Sanidad, la gran mayoría está optando por repetir e inocularse de nuevo la vacuna de AstraZeneca en aquellas comunidades donde han comenzado a pinchar esta segunda dosis. El 90% de los citados en Murcia -la mayoría del sector sanitario- ha elegido la vacuna de AstraZeneca. También el 85% de los que han llamado en Galicia han preferido completar la pauta con la misma marca, así como el 99% de los de Córdoba y Cádiz. La disyuntiva afecta a casi dos millones de personas de toda España.
La EMA recomienda AstraZeneca
Es por ello que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) recomendó a finales de abril seguir administrando la segunda dosis de AstraZeneca tras haber recibido la primera. Ya entonces insistía que los beneficios de esta vacuna superan a los riesgos en todas las franjas de edad. Pero Sanidad decidió tomar su propio camino, siguiendo la estela de otros países como Francia, Alemania, Suecia o Finlandia, donde están aplicando una segunda dosis de Pfizer a personas que recibieron una primera de AstraZeneca. No es el caso de Italia, donde se ha seguido administrando la segunda dosis con AstraZeneca, sin que hasta la fecha se hayan certificado reacciones graves, ni el del Reino Unido, donde se sigue inoculándola en mayores de 30 años.
Además, lo cierto es que la decisión del ministerio de aplicar la segunda dosis con Pfizer en menores de 60 se ha basado en un ensayo clínico, elaborado por el Instituto Carlos III entre 600 personas. Los resultados en fase II de este estudio avalan que la mezcla de AstraZeneca y Pfizer es segura y confiere inmunidad.
Críticas de la comunidad científica
Epidemiólogos y médicos españoles han alertado, sin embargo, que este ensayo clínico del Instituto Carlos III solo ha usado una muestra muy pequeña de población. "Decir que una mezcla de vacunas es segura con una muestra de 600 pacientes demuestra un desconocimiento increíble de cómo se estudia la seguridad de las vacunas. En resumen, es un despropósito", asegura el profesor de farmacoepidemiología de la Universidad de Oxford Daniel Prieto-Alhambra en un tuit.
También el especialista en enfermedades infecciosas Oriol Mitjà ha criticado en un hilo de Twitter el estudio llevado a cabo por el Instituto Carlos III por no responder a los efectos secundarios de la combinación de ambos sueros.
Uno de los responsables de este estudio, el virólogo José Alcamí, reconocía hace unos días a NIUS que no se puede concluir que la pauta AstraZeneca-Pfizer sea mejor que AstraZeneca-AstraZeneca porque no se ha hecho esta comparación. "No hay ninguna ventaja de poner Pfizer ahora mismo, ni desde el punto de vista médico ni científico. ¿Qué el día de mañana sale un estudio que dice que hay más inmunogenecidad con la pauta mixta?, pues ahí veremos. De momento, no hay justificación para hacerlo", señalaba.