viernes. 22.11.2024

La historia de Makar es la historia del éxito de la ciencia y de no rendirse por intentar salvar una vida. Es la historia de la perseverancia del estudio contra el cáncer y de unos oncólogos del hospital Sant Joan De Déu, que consiguieron ganar la batalla a un agresivo tumor cerebral, gracias a los avances tecnológicos y el programa de oncología de precisión, aplicado en el SJD Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu.

El pequeño Makar, de tan solo 5 años, había sido diagnosticado con un grave tumor cerebral que, para sus médicos en Rusia, era completamente incurable e intratable. Sin embargo, sus padres nunca se rindieron y contactaron con médicos y especialistas de diferentes países como Alemania, Japón o Canadá, para finalmente llegar a España con la esperanza de salvar a su hijo.

Pero ¿Cómo los oncólogos españoles del Sant Joan De Déu fueron capaces de combatir y curar lo incurable? La respuesta puede parecer sencilla, simplemente, estudios avanzados contra el cáncer y los avances tecnológicos necesarios. Unos avances tecnológicos que les permitió identificar las alteraciones moleculares del tumor de cada paciente, para finalmente dar con una terapia dirigida y personalizada para el joven Makar.

Esta identificación sirvió para atacar al tumor cerebral de Makar de la manera correcta, utilizando dos medicamentos que habitualmente están dirigidos al tratado de cáncer de pulmón en adultos, consiguiendo poco a poco reducir el tamaño y la agresividad del tumor. Esta era la primera vez que este medicamento se usaba en un niño en dicha situación, pero acabó funcionando tras semanas de tratamiento.

Después de tres meses, la situación se volvió a complicar, pues el tumor empezó a resistir los tratamientos y había crecido de nuevo. Los médicos volvieron a operar al pequeño Makar, para sacarle todo el tumor y volverlo a analizar correctamente. El segundo tratamiento funcionó, pero al tiempo volvió a crecer el tumor, teniendo que empezar el proceso de nuevo, hasta que los médicos dieron con la solución.

El niño fue intervenido y, seguidamente, recibió radioterapia con protones. Un año después, el tumor ha desaparecido y no existe evidencia de la enfermedad. Actualmente, el niño, aunque mantiene cierto retraso psicomotriz, ha mejorado ostensiblemente su estado de salud: ha podido volver a andar, a pesar de hacerlo con dificultades, ha vuelto a comunicarse, y lo que es más importante, ha vuelto a sonreir.

Así salvaron a Makar, un niño ruso de 5 años con cáncer cerebral