Chris Martin, el famoso «chico bueno» de los famosos, llevó recientemente a una mujer con una «cadera dudosa» a su concierto, sumándose así a una serie de actos amables y considerados que el famoso frontman ha realizado para sus fans a lo largo de los años.
Martin, que actuaba en el festival de música Big Weekend de Radio 1, se dirigía a la zona de artistas en un Mercedes negro cuando vio a una mujer apoyada en una valla.
La mujer, Saundra Glenn, de 64 años, padece artrosis y una «cadera derecha dudosa». Se dirigía a la taquilla para comprar una entrada de accesibilidad cuando decidió descansar un momento.
Según sus propias palabras, «no va de festivales» y había pensado en irse a casa a ver el espectáculo por televisión.
Entonces, una mujer que iba en el Mercedes que acababa de aparcar le sugirió a Glenn que aceptara su oferta de llevarla en coche.
«Se abre la puerta y digo “oh, es Chris Martin, no puedo entrar con él” y me dicen “sí puedes”», recuerda a la BBC.
Dentro, Glenn recuerda el ambiente como de charla, como si ella y el famoso fueran «dos viejas».
Glenn bromeó además diciendo que el viaje en coche había valido el precio de la entrada: «Tengo 64 años, Chris, no voy de festivales, he venido sólo para verte y ahora que te he visto puedo irme a casa».
Cuando llegaron a la zona de artistas, Martin se aseguró de encontrar un carrito de golf para llevar a Glenn a la taquilla, un gesto conmovedor que la impactó profundamente.
En el festival, Martin estrenó su nueva canción Orange, una especie de homenaje al equipo de fútbol de su ciudad natal, el Luton Town, que tras pasar una temporada de ensueño en las más altas categorías del fútbol inglés, descendió a principios de mes para pasar la próxima temporada en una división inferior.
Contando su historia a BBC Radio, dijo sobre Martin «qué hombre tan simpático».
En diciembre, GNN informó sobre otro fan que disfrutó de una muestra de amabilidad por parte de Chris Martin, cuando un irlandés en silla de ruedas consiguió surfear en su silla hasta la primera fila, donde Martin le ordenó que lo subiera al escenario.
Allí le entregó una armónica e interpretaron juntos un pequeño dúo.
