Lucía Fernández empezó a ir a la Residencia María Luisa de Marillac, en Cuevas del Almanzora, Almería para visitar a su abuela. Siguió yendo incluso cuando su abuela falleció. Dos años después de que empezase a visitarlos, ha recibido una mención especial en los Premios Nacionales del Voluntariado.
Lucía confiesa que "El voluntariado consiste en acompañar a los abuelos para sacarles una sonrisa, jugar a juegos de mesa como el bingo, el parchís, las cartas...", y que las voluntarias "Les ayudamos en lo que necesiten". La mayoría de las personas lo que necesitan es compañía. Además, cuenta que "Me encanta pasar el tiempo con ellos, pero lo que más me gusta es pintarle las uñas".
En estos dos años, Lucía ha conocido lo que es la experiencia del voluntariado. "Ser voluntaria te enseña a ver la vida de otra manera", ha declarado la adolescente. Aunque también "Conocí a algunos abuelos que están aún allí y otros que ya no están, pero se han quedado en mi recuerdo".
En la residencia han felicitado a Lucía nada más conocer el premio. Ya están preparando una celebración para la joven para el 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado. Los trabajadores de la residencia quieren hacerle un detalle, pero Fernández "Ha propuesto una jornada de puertas abiertas para invitar a otros jóvenes del instituto a que se animen a apuntarse como voluntarios".