Como si de un milagro se tratase, este excursionista de 39 años, llamado Gerry McLelland, pudo sobrevivir a una terrible caída en una cascada de más de 18 metros de altura. Este superviviente se resbaló con unas rocas en Gray Mare's Tail, Moffat, Scottish Borders el pasado 14 de febrero, precipitándose al vacío.
El hombre acabó cayendo por todo el largo de la cascada, utilizando diferentes técnicas de respiración y exposición al frío, para poder, de manera milagrosa, sobrevivir. Después de acabar sumergiéndose en el agua, Gerry aceptó que se le había acabado el tiempo, preparándose para su duro final, el cual no llegó.
Los médicos que le operaron piensan que se trata de una obra digna de un milagro divino, y es que la cantidad de suerte que tuvo el hombre para sobrevivir fue tanta, que pareciese tener un ángel de la guarda.