El patrón de un arrastrero de vieiras se convirtió en un héroe inesperado después de que un bote lleno de refugiados que intentaban cruzar el Canal de la Mancha en invierno se rompiera. Su vigilancia y habilidad marinera salvaron 31 vidas de hombres y niños esa noche del agua helada.
Estaba oscuro y frío a principios de diciembre después de que una ola de frío cayera sobre el Canal, bajando la temperatura del agua justo por encima del punto de congelación. Alrededor de las 04:00, Ben Squires, el propietario de Oceanian Drifter Fishing, recibió una llamada del capitán de uno de sus barcos, el Arcturus.
El capitán dijo que los migrantes en un bote inflable endeble habían logrado hacer una llamada de socorro a una organización benéfica, y que estaba lo suficientemente cerca como para efectuar algún tipo de rescate en lo que era un barco pesquero bastante pequeño.
“El fondo de su bote se había hundido, por lo que estaban todos en el agua en el frío helado, aterrorizados y extremadamente asustados”, dijo Squire al Plymouth Herald.
Miles de migrantes intentan cruzar el canal cada año en embarcaciones no aptas para navegar. La mayoría de los 43 a bordo del bote eran hombres, pero también se rescató a 4 niños. Los guardacostas franceses y británicos, así como las armadas y la policía ayudaron en los esfuerzos después de que el Arcturus hiciera todo lo posible.
“Es un patrón realmente profesional… mantuvo la calma… y su entrenamiento obviamente se puso en marcha”, dijo Squire en otra entrevista. "Sorprendentemente, se metió justo al lado del barco que se hundía y logró acercarse y subir a 31 personas a salvo a bordo del barco mientras se desarrollaba".
