domingo. 24.11.2024

Enrique Rodríguez tiene 28 años, trabaja como flebotomista (profesional sanitario que se dedica a la extracción de sangre y a su análisis) en el Hospital Universitario Robert Wood Johnson donde es reconocido por su gran talento musical. Comenzó a publicar sus videos en TikTok, dicha cuenta tiene más de 80.000 seguidores, donde pueden verlo cantando y tocando el piano a pacientes críticos en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital.

Tras él hay una historia de violencia y crimen, que superó para poder ayudar a las personas que sufren tras recurrir a la religión. Sobre su cambio dijo: “Encontré a Dios en un período extremadamente preocupante de mi vida y se mostró a mí cuando más lo necesitaba. Sé que Dios quería que cuidara de la gente tal como él me cuidaba a mí, y el hospital era el lugar perfecto para hacerlo”.

En 2009, Rodríguez se involucró por primera vez con las pandillas, después de que su hermano mayor fuera a prisión. La pérdida de su hermano dentro del sistema penitenciario significó que Rodríguez desconectara de sus seres queridos. Se convirtió en un “miembro de sangre” de una pandilla local durante tres años tras ser engañado por la idea de unirse a una hermandad y ganar dinero fácil y rápido.

“El estilo de vida de pandillas es pura manipulación. Te hacen sentir que se preocupan por ti, que te respaldan que eres familia; pero todo lo que hacen es usarte para que no tengan que ensuciarse las manos”, explicó.

El punto de inflexión llegó cuando lastimó a la persona “equivocada” y una pandilla rival a la suya persiguió a su madre. Hubo dos veces en la que intentaron herir a su madre antes de que los agresores fueran arrestados, y Rodríguez cree que gracias a Dios su madre sigue viva hoy. Además, agregó “he hecho muchas cosas malas y me he mezclado con mucha gente mala”, se siente agradecido de que Dios le haya cuidado tanto a él como a su familia. “Me ha dado la oportunidad de comenzar una nueva vida, y la música es una gran parte de eso”.

Rodríguez comenzó a trabajar en el hospital en 2012 como ama de llaves para conseguir un trabajo allí lo más rápido posible. Después de un año, completó sus estudios para convertirse en cuidador de pacientes en la UCI, y actualmente trabaja como flebotomista transportando COVID-19 y muestras de sangre de diferentes laboratorios. Ha trabajado en el hospital durante nueve años, y descubrió que poseía un talento musical. Era incapaz de leer las partituras, pero Rodríguez aprendió a tocar el piano y la guitarra, practicaba frente a varios pacientes de la sala.

 

@thesingingphlebotomist

#fyp#worshipwithpatients#christiantiktok#singingohlebotomist#LoveGodLovePeople

♬ original sound - Enrique Rodrigue2591

 

Bárbara Freud, paciente de cáncer fue una de las primeras espectadoras de Rodríguez, y aunque falleció mientras él estaba de vacaciones, siempre recordará el vínculo musical que compartían. Ahora hace visitas regulares a las cabeceras de las camas de los pacientes y utiliza TikTok para transmitir en directo sus actuaciones a decenas de miles de espectadores. Rodríguez tiene planeado hacer crecer su comunidad realizando más videos y difundiendo amor y felicidad a través de su música. “Me encanta lo que hago y creo que mi propósito en este mundo es ayudar a otras personas. Cuando canto a pacientes puedo sentir la conexión que tenemos y es maravilloso”. Incluso añade que, “hubo un momento en el que estaba cantando a un paciente en coma y se despertó por primera vez en semanas”.

Rodríguez viajará con su grupo de la iglesia a Puerto Rico para dar ayuda a niños desfavorecidos, y por supuesto, su guitarra también lo hará. De momento puedes disfrutar de su gran talento en su cuenta de TikTok @thesingphlebotomist.

Como si de una película se tratase pasa de ser un pandillero de una banda peligrosa a...