Diego es un joven navarro de tan solo 21 años de edad, el cual, en un trágico accidente de tráfico, perdió gran parte de los dedos de su mano derecha, mano dominante del joven.
El joven había perdido todo tipo de habilidad con esta mano, pues solo contaba con su pulgar, pero aún existía una posibilidad milagrosa, implantar en su mano derecha algunos dedos del pie, para volver a darle la utilidad necesaria a esa mano. Diego aceptó sin dudarlo y se puso en manos del doctor Piñal.
Tras una larga operación de más de dos horas en quirófano, Diego ha recibido el alta. La sangre circula con completa normalidad por sus nuevos tres dedos de la mano derecha, aunque la sensibilidad tardará un poco en llegar.
El joven ilusionado, ha recuperado la utilidad de su mano dominante y gracias a la gran intervención del doctor Piñal podrá volver a hacer cosas tan cotidianas, simples, pero que eran imposibles para él, como escribir o atarse los cordones.
